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Descripción del Campo
Diseñado por Cabell y la Madre Naturaleza
Santana Golf es un campo de 18 Hoyos, Par 72, de 6.207 metros aprox. de largo, asentado sobre 55 hectáreas de un terreno suave. El arquitecto, Cabell B. Robinson, no se vio obligado a someter al terreno a grandes transformaciones, ya que la finca original permitía una solución poco traumática a los problemas planteados. El resultado final es un campo largo con calles anchas y bien definidas, sobre un terreno llano, fácil de caminar, donde el líquido elemento tiene una presencia importante a lo largo del recorrido, aunque sin excesos innecesarios. En cada hoyo hay dispuestos 5 Tees de Salida –tanto para Profesionales, Caballeros y Señoras-, y en ellos destacan sus amplias superficies de putt, flanqueadas por trampas de arena de marmolina, estratégicamente situadas. Asimismo, el campo está dotado de amplios senderos para buggies, integrados en perfecta armonía entre hileras de hermosos árboles frutales. A pesar de su uso anterior, no es el Aguacatero o Persea Índica (pues es éste su nombre científico) el único árbol presente en la finca, ya que en la misma habitan numerosas especies tales como eucaliptos, naranjos, limoneros, cactus, pinos, higueras, olivos, mangos y otros árboles que forman parte de la variada vegetación de este hermoso enclave, sin olvidar la numerosísima variedad de aves que también pueblan la finca, entre ellas varios ejemplares de águila calzada. Mención especial merece el alcornoque del Hoyo 5, con una presencia en la zona que se remonta a más de quinientos años. Este hermoso entorno rodeado de naturaleza que conforma la finca, junto a la crecida vegetación, favorece que la primera impresión del visitante sea la de hallarse en un campo plenamente consolidado, pues la sensación de madurez invade cada rincón de terreno. Pero no es sólo la belleza del paisaje y la flora y fauna que lo componen lo que impresiona al jugador, pues el campo de golf en sí mismo está dotado de los mejores atributos para satisfacer al golfista más exigente. Y es que técnicamente hablando, Santana Golf se puede calificar como un campo exigente pero al mismo tiempo entretenido, ya que el diseño de cada hoyo ha sido estudiado para que suponga un desafío continuo incluso para los más consumados jugadores. La disposición de greenes y bunkers, así como los numerosos obstáculos de agua que se distribuyen a lo largo del trazado, garantizan una noble contienda, pues pondrán a prueba la capacidad del jugador, quien se verá obligado a utilizar su mejor repertorio de golpes. Hablar de “Hoyo Emblema” supone un ejercicio muy complicado en Santana Golf, pues todos poseen un encanto especial. Según el diseñador, el 18 es uno de los más retadores de la Costa; bello en su estampa desde el Tee de Salida, la finalización de éste hoyo está a la altura que se le presume a tan espectacular recorrido. Este hermoso Par 4 presenta una superficie de Putt en alto con obstáculos a ambos lados de la calle que otorgan un carácter intimidatorio a este hoyo final del recorrido. Sin embargo, el Hoyo 4 se podría definir con una sola palabra “espectacular”. Las vistas desde el Tee son sobrecogedoras, con el Arroyo Campillos defendiendo con mirada insolente la entrada al green. Y qué decir del Hoyo 8, de 602 metros –uno de los más largos de la Costa del Sol-, preferentemente ideal para grandes pegadores. Sin olvidar el 12, Par 3 en bajada, con un enorme green aguardando en la falda, si bien será difícil acabar este hoyo en tres golpes debido a su dificultad. En realidad, uno de los rasgos más destacados de Santana Golf es la singularidad del recorrido, pues todos y cada uno de los hoyos guardan rasgos diferenciales entre sí. En definitiva, estamos hablando de un campo espectacular que se ha convertido en uno de los referentes de la Costa del Golf, pues todos estos elementos combinados, unido a las condiciones climáticas de la zona y la excelencia humana del personal que lo compone, le convierten en un campo de ensueño, “un jardín encantado, testigo de un idilio entre naturaleza y golf”...





